Por Santiago Ocampos
El genio es un hombre. El genio es de otro tiempo. Vive en el futuro porque su cuerpo es del pasado. El genio es poético. El genio suena a otro mundo. El genio es censurado por la crítica. Es bastardeado. Es colgado en un afiche. El genio es literario porque después de él nada de lo que se escriba volverá a sonar literario. El genio es un enamorado de pocas palabras porque en el papel lo dice todo. El genio espera a Penélope. El genio enamora mujeres de carácter. El genio es la rutina del talento. El genio es el exilio del pan. El genio es un viaje de ida. El genio es un avión caído en plena selva. El genio es un primer beso en un cine de barrio. El genio es una ola gigante que lo devora todo. El genio es el ruido y las nueces. El genio es la caracola de Neruda. El genio es la tradición ígnea de la metáfora. El genio es la vuelta al mundo en palabras. El genio es un querer siempre personal. El genio es el mineral de los sueños. El genio dirige la pasión de las lunas de septiembre. El genio es una escalera de madera que cruje. El genio es una confesión para pedir asilo político en el cielo. El genio es malabarista en el circo de la justicia. El genio es la necesidad del llanto de un niño. El genio es la desolación de lo absoluto. El genio es el deseo de crecer de una babosa. El genio piensa las palabras que no se animará a volcar en el papel. El genio es la fiesta del abrazo invisible. El genio camina por la peatonal de las estrellas con los pies descalzos. El genio sostiene el aliento. El genio puede predecir la herida del golpe. El genio es bien recibido en infinitas moradas. El genio inventa el vacío antes de caer en él. El genio enhebra los nombres que golpearán su puerta por la mañana. El genio nombra al lector a pesar de los siglos de distancia. El genio es el movimiento y la escritura al mismo tiempo. El genio es una alucinación de verano. El genio es la belleza. El genio es el silencio que crea. El genio es el sueño con el que abres tus ojos. El genio son los pájaros de la mañana reflejados en el cristal de tu ventana. El genio escribe tu futuro en las pobres líneas en las que apoyas tus palabras. El genio es el general que firma mi rendición frente a tus navíos solitarios anclados en un puerto abandonado. El genio es el emisario de lo que no puedo decir. El genio nos inventa un páramo desierto donde vernos. El genio nos hunde definitivamente en un instante que se consume indefectiblemente. El genio nos olvida al final de un capítulo al temblar su pulso mientras la lluvia imitando sus manos desdibuja la madrugada. El genio literario imagina ese intento, tan humano, por encontrar ese puñado de palabras que te nombran, al menos una noche, para inspirar otras poesías, las personales, las mías, las que los dos sabemos de memoria.
3 comentarios:
Guauuu Santiago!!!, tus letras recorrieron mi ser movilizándolo. Brillas algunas metáforas extraordinarias, maravillosas. Por momentos el texto es tan real que raya lo sublime de la creación.
"El genio camina por la peatonal de las estrellas con los pies descalzos. El genio sostiene el aliento. El genio sostiene el aliento."
Un abrazo joven poeta!!! mis felicitaciones, no desde el conocimiento, sino desde mi corazón.
Hola santi, aquí estoy en tu blog, me encantó curiosear! Excelentes textos, éste en especial me encantó! Nos vemos en el face!
Muchos exitos!
Sin palabras... Excelente...
Publicar un comentario