miércoles, 6 de octubre de 2010

El movimiento pendular –Crítica literaria de El Viaje de Rady Scott de Mohamed Bouzitoune*-

El Viaje de Rady Scott de Mohamed Bouzitoune es una novela característica del género policial. A lo largo de diecisiete capítulos se narra un fragmento de la vida de Rady Scott, el más importante, el que lo convertirá en un verdadero hombre. Este joven inglés emprende un viaje que lo enfrentará a acontecimientos imprevisibles, al igual que Telémaco el hijo de Ulises, y que lo obligará a romper ese halo de fantasía creado por sus ilusiones de sentirse libre.

El ritmo de la narración es el de un constante movimiento pendular en el que oscilan imágenes cotidianas y familiares, en las que afloran los sentimientos del protagonista sembrando indicios. Al mismo tiempo, aparecen los diferentes hechos que tensarán la cuerda del nudo argumentativo y nos sumirán en la perplejidad. Este ritmo de escritura nos permite ir adentrándonos lentamente en la historia, logrando así que la intriga crezca hasta dejarnos exhaustos y arrojados sobre la arena. Tanto Rady Scott, como nosotros lectores, compartimos la misma incertidumbre de lo que puede suceder.

Como un pequeño titiritero, el autor enhebra con inteligencia cada suceso, aún los que parecen más fútiles y, sin embargo, esconde las llaves del próximo acontecer que, precedido por una calma semejante a la que vislumbra una tormenta, muestra todo su significado sin perderse en el rompecabezas semántico planteado. En algunos momentos podemos sentir la palabra cubriendo nuestra ansiedad con su abrigo de incertidumbre.

La niebla es un elemento significativo, en algunos capítulos, al confundirse con los sentimientos propios del protagonista. Definida como “red infinita tejida con las alas de la mariposas que mueren volando” la niebla hila, junto al tiempo, la historia hasta su desenlace final. Al ser también una suerte de ensoñación ordena lo acontecido y permite comprender el estado anímico de Rady Scott.

La libertad es un tema recurrente, su impulso es el que empuja la narración con sus alas. La sensación de poseerla motiva a Rady Scott a desatarse de sí mismo y a comenzar una aventura propia, que intentará satisfacer su felicidad ante la negación de un capricho por parte de sus padres. Lejos de su tierra natal aprenderá el valor del sacrificio, de la dignidad e incluso de la amistad. Y finalmente aprenderá a vivir el amor en toda su magnitud.

Con sorpresas y relatos especulares, la trama va tocando temas muy profundos como la envidia, el significado del mal, los valores familiares y las reflexiones en torno al sentido de la vida en interminables caminatas. Se cuestiona la eterna utopía de intentar seguir siendo niños sin que el tiempo pase. Eterno pensar del alma poética que debe obligarse a crecer para salir del cascarón de huevo.

Cada escena de este libro, es construida al decir de Joan Manuel Serrat, “a golpes de sol y de agua”. El idioma español es enaltecido bajo las manos de este hacedor de historias que con metáforas exquisitas y admirable precisión nos conduce por los caminos de Rady Scott. Con un vocabulario práctico y sencillo la memoria dibuja el mar Mediterráneo con todos sus soles y lunas logrando así que el rumor de las aguas contra la playa acompañe la lectura a lo largo de las páginas.

Mohamed Bouzitoune es un escritor inteligente, que por medio de una prosa prolija desata sus imágenes como un vendaval de palabras que ordenan en secreto sus sueños. Con conciencia del oficio de narrar, este poeta invita al lector a armar el rompecabezas que su mente imagina, aunque sin indicar cuándo empieza el juego.

La poesía es utilizada para describir los anhelos de Rady Scott y las maravillas de la Isla de Mallorca. Sus paisajes encierran en su intimidad la noche que Mohamed Bouzitoune decidió emprender un viaje a la literatura, sin boleto, sin ticket, pero con una idea primordial, traer a nuestros días la historia de un joven inglés que por la ventana de la bitácora de un barco, era impulsado a soñar y seguir su rumbo por otro joven escritor, que muy despacio, a medida que lo iba reflejando en el espejo de su imaginación, lo hacía partir de un puerto inglés para encontrar la madurez de su estilo.

*Mohamed Bouzitoune nació en Nador, Taza, Marruecos y reside en España desde los 15 años por motivos económicos. Sus trabajos de camarero en diversos hoteles no coartaron sus ansias de escritor infatigable cuyo resultado fueron innumerables relatos. Tras 3 años de intensa labor “El viaje de Rady Scott” vio la luz entre sus manos. Actualmente reside en Puerto Pollensa, Mallorca. Para mayor información del autor y su obra pueden visitar su blog: http://mohamedbouzitoune.blogspot.com/ y también pueden encontrarlo en Facebook.

2 comentarios:

quetzalina dijo...

Que exiquisito lenguaje usás Serafo para describir el misterio y el suspenso de esta novela. "Sol y agua", Meditarráneo,se desgranan de tu texto.Qué bueno conocer a otros escritores ignorados injustamente por la tendenciosa mirada del canon. Adelante.Nuestro universo se enriquece con tu crítica impecable.

Nacho dijo...

Leerte es abrir las ventanas de nuestras ignorancias para permitir la entrada de aire nuevo que enriquece nuestros pulmones literarios. Muy interesante descubrir la belleza que nos pueden transmitir autores que injustamente no están en primera linea de las vidrieras.