sábado, 19 de febrero de 2011

Después de leer Aura de Carlos Fuentes

Por Santiago Ocampos

Leerás esto. Levantarás la vista. Caminarás y pensarás en un pájaro. El pájaro a su vez pensará que él serás tú. Tocarás el papel con las manos. Rozarás la palabra. Abrirás otras palabras. Sacarás tus hojas. Volverás a la escritura. Sentarás tus piernas en un almohadón. Leerás el poema para ti una vez más. Te servirás agua porque tendrás mucha sed. Tendrás que llegar a tu casa. Abrirás la puerta con llave. Extenderás las ropas húmedas y las sábanas. Te recostarás. Prenderás la luz. Volverás a abrir tus cajones. Tu pelo se apoyará en la lumbre que caerá de la luna. Te beberás el tiempo y la palabra. La exaltación vendrá a darte los buenos días. Cerrarás los ojos. Intentarás caminar sobre el sueño. Recorrerás la textura de la piel que animará tu alma. La inspiración te esperará. Te abrirá la boca y dirás lo que no se te ocurrirá nunca. Conversarás contigo. Aprenderás del amanecer a tejer la vida. Serás cuerpo. Serás la sed de un mar violento. Te quitarás la ropa. Te inundará lo viejo del dolor. Te convertirás a la licencia poética. Amarás de pronto el silencio. Lo amarás cuando ese silencio exista. Serás luz. Serás el latido de todo un poema. Escribirás. Estarás tendida en la cama. Estarás apurada por terminar de desnudarte. Desesperarás frente al espejo. Tu cuerpo no tendrá aun la boca del poeta. Beberás un vaso de agua. Tomarás de la jarra un chocolate. Tocarás el horizonte. Conocerás la soledad. Encontrarás dentro de ti las alas sumergidas en la inocencia. Las sacarás de allí. No sabrás en principio que hacer. Las mirarás. Las perfumarás con las manos. Las olvidarás y se secarán. Tendrás el poema en el poema. Lo perderás. No lo podrás ver. No le pondrás un título. Lo llenarás de crítica literaria. No escribirás para ti. No lo tratarás de hallar. No lo encontrarás. Lo buscarás debajo de la pila de libros. No lo hallarás en el cielo. No intentarás volver al lugar dónde lo has perdido. No recuperarás la amargura. No resignarás pájaros. No invitarás tan tarde al sueño. No soñarás con él. No tirarás abajo la revolución. No volverás a leer el poema. Te estrellarás el pelo contra la almohada. Volverás a cerrar los ojos. En la tierra de la poesía crecerás de nuevo. Anticiparás las respuestas. Ensayarás el crepúsculo en la vigilia. Dormirás junto a las flores y al unicornio. Pedirás el exilio. Hundirás tus manos frías entre las piernas. Pedirás otra rutina. Pedirás no leerme. Saltarás por la ventana. Te sentirás cansada. No leerás el poema. Guardarás la imagen. Te acordarás escuchando música. Elegirás el cuerpo del ritmo. Te confortará la música. Te mirarás en el reflejo de la ventana. Tendrás que sostener el tiempo. Tendrás un camino. Evocarás poemas de otros poetas. Bajarás de los senderos de la luna. Conciliarás las sombras de tu rostro. Te pondrás bonita. Presentirás el encuentro. Volarás. Viajarás por el mundo. Dibujarás y no escribirás. Perdonarás no leer. No te interesará la literatura. No querrás encontrarte con las encrucijadas de la palabra humana. Te sentirás menos. Las palabras serán tus manos. Tus manos temblarán. Tomarás las alas. Nacerás tibia. Nacerás. Escribirás. Llegarás. Apoyarás entonces el tajo de luz de la luna en tu cuerpo. En tu palabra. En el presente al cuál rendirás tus ofrendas al final de la lectura del poema. 

4 comentarios:

Nacho dijo...

La voz de mi silencio leyendo, escuchando la palabra, a mi admirado Santiago explora esos horizontes donde se retratan los sueños de color "arco iris"

Anónimo dijo...

NO TIRES NUNCA UN POEMA AL TACHO DE LA BASURA. ES MENTIRA QUE LAS PALABRAS REGRESAN EN OTRO POEMA.PERO ES VERDAD QUE LA POESÍA TE ANDA CELANDO CADA VEZ QUE EMPUÑÁS EL LÁPIZ PARA ESCRIBIR, PORQUE SI UNA VEZ NACIÓ UN POEMA DE TU CORAZÓN,LOS OTROS QUE AÚN CALLÁS,BURBUJEAN ADENTRO TUYO. "Tendrás el poema en el poema"

©Claudia Isabel dijo...

Muchas veces, casi todas las veces me han pasado cosas así, o las he sentido de esa manera...
cuando se ama la poesía, esta te habita, te acompaña y no es posible el abandono
Un gusto leerte

Mercedes Pinto dijo...

En todo proceso creativo en algún momento empiezan los dolores del parto, es un proceso en el que dudas de todo, a veces te faltan las fuerzas; pero el alumbramiento ocurrirá, para bien o para mal.
Un placer venir a leer.